
Los integrantes de estos siete equipos cántabros hemos dado un paso tan
trascendental como polémico y queremos que se entienda de una vez el por qué de
nuestra decisión de participar en
esta liga y, por obligación, sacar la licencia nacional.
No vamos a volver al origen del conflicto, aquel que ya hace cuatro años
provocó la escisión de la FCB en el seno de la FEB, ni si una de las dos partes
está más cargada de razón que la otra. A estas alturas ya casi no nos importa.
Lo que sí tiene importancia para nosotros y estamos absolutamente convencidos
de ello, es que para el Pasabolo es vital la competición, como siempre fue,
entre vascos y cántabros. Aunque aún nos parezca mentira, llevamos tres años
prácticamente sin poder llevar a
cabo esa competición conjunta, de sana rivalidad.
La escisión provocó entre otros aspectos, que los jugadores de Cantabria no
pudiésemos participar en las competiciones vascas o burgalesas, así como
Campeonatos de España, y que ellos no pudiesen competir en Cantabria. Otras modalidades
como el Bolo-Palma también sufrían dichas consecuencias si bien es cierto que
mucho más atenuadas ya que prácticamente la totalidad de sus competiciones y de
sus jugadores de élite están en nuestra región. Pero para el Pasabolo significó
un desastre, tanto a nivel de clubes como de jugadores, que veíamos impotentes
cómo año tras año descendía la participación en todas las competiciones.
El desánimo entre los pasabolistas en general, era evidente. Así lo confirmaba
el desplome en los datos de participación de los concursos de Cantabria, que en algunos
casos llegó a descender prácticamente al 50% en un solo año. Boleras sin
público ni aficionados, en repetitivos e insulsos concursos y campeonatos,
dominados por un escaso ramillete de jugadores, tanto en 1ª como en 2ª
categoría.
Una vez terminadas las ligas del 2.012, disputadas por tercer año consecutivo
por separado, y ante el hartazgo provocado por dicha situación, y percibiendo
que el momento era crítico, pues el Pasabolo casi agonizaba, surgió el verano
pasado entre la mayor parte de clubes y/o ayuntamientos organizadores, la
iniciativa de permitir que los jugadores de las diferentes territoriales
jueguen conjuntamente estos concursos, tanto en Vizcaya como en Cantabria, por
encima de normativas CINA y CIRE de una y otra federación. Se trataba de un
paso irreversible y así lo entendimos los jugadores y clubes que intervinimos
en estos concursos. Todos sabíamos ya entonces que el Pasabolo no podía
permanecer ni un día más dividido en dos mitades.
Por ello, una vez terminada la temporada 2.012 y superado el periodo electoral
de la FCB, los clubes de Cantabria acogimos de muy buen grado la noticia de las
intenciones del Sr. Presidente de la FCB, D. Fernando Diestro, de retomar los
contactos con la FEB. Hemos sido testigos todo este invierno de su lucha por
conseguir esta vuelta a las negociaciones, bien sea a través de la mediación de los
organismos oficiales competentes, o bien a nivel particular, siendo totalmente
infructuosas ambas vías a lo largo de los últimos meses.
A nivel oficial, “las cosas de palacio van despacio”, pasaban las semanas y la fecha de inicio de la temporada de Pasabolo se acercaba. Sin tiempo para más y a falta de una semana para el comienzo de la liga programada conjuntamente por los clubes de ambas territoriales, los siete clubes cántabros decidimos sacar la licencia nacional como única vía real de poder disputar dicha liga conjunta en 2.013, y por ser esa una exigencia federativa.
Es posible que se hubiese podido llegar a otro tipo de acuerdos menos drásticos si por parte de la Federación Vizcaina o la Federación Vasca de Bolos hubiese habido una mayor implicación en la negociación, o si los clubes vascos demostrasen una mayor determinación por el arreglo.
¿Por qué no podría haber sido esta, por ejemplo, la Liga Nacional de División de Honor, con unos acuerdos entre ambas territoriales y aceptados por la FEB?. ¿Tan difícil hubiese sido llegar a una solución de este tipo teniendo alguna posibilidad de conversación y negociación?.
A nivel oficial, “las cosas de palacio van despacio”, pasaban las semanas y la fecha de inicio de la temporada de Pasabolo se acercaba. Sin tiempo para más y a falta de una semana para el comienzo de la liga programada conjuntamente por los clubes de ambas territoriales, los siete clubes cántabros decidimos sacar la licencia nacional como única vía real de poder disputar dicha liga conjunta en 2.013, y por ser esa una exigencia federativa.
Es posible que se hubiese podido llegar a otro tipo de acuerdos menos drásticos si por parte de la Federación Vizcaina o la Federación Vasca de Bolos hubiese habido una mayor implicación en la negociación, o si los clubes vascos demostrasen una mayor determinación por el arreglo.
¿Por qué no podría haber sido esta, por ejemplo, la Liga Nacional de División de Honor, con unos acuerdos entre ambas territoriales y aceptados por la FEB?. ¿Tan difícil hubiese sido llegar a una solución de este tipo teniendo alguna posibilidad de conversación y negociación?.
Ojalá que en el transcurso de esta liga puedan retomarse las conversaciones y
llegue finalmente el acuerdo, pero para nosotros se habían acabado todos los
plazos posibles, viéndonos abocados a tomar la mencionada decisión.
Puede ser que el profano a nuestro Pasabolo no llegue a entender la enorme
trascendencia en nuestro juego de esta rivalidad vasco-cántabra, pero para
nosotros, que algo sabremos de esto, es tan fundamental que hemos sido capaces
de tomar esta decisión aún sabiendo el varapalo que supone para la FCB, nuestra
federación, ésa que nos ha coordinado, dirigido y respaldado durante tantos
años. Estamos convencidos de que sin su aportación el Pasabolo no sería lo
mismo en cuanto a organización y competición. Podemos asegurar que ningún
organismo oficial ha hecho tanto por el Pasabolo.
Por todo ello, con esta nota queremos dejar bien claro que seguimos estando con
la FCB, que el disponer de la licencia nacional no implica por nuestra parte
ninguna ruptura con nuestra federación, ni que nos pongamos de parte de la FEB
en lo que al conflicto federativo se refiere.

Para nosotros es motivo de pesar el hecho de volver a revivir la sensación de
que “nos vamos otra vez” ya que paradójicamente seguimos estando donde hemos
estado siempre: en las boleras.
Fdo.:
Juan Francisco Infante Estébanez
Presidente Peña Pasabolo Valle de Valderredible
Juan Francisco Infante Estébanez
Presidente Peña Pasabolo Valle de Valderredible
Luis Antonio Arce Maza
Presidente Peña Pasabolo Matienzo
Presidente Peña Pasabolo Matienzo
José Pedro Parada Garín
Presidente Peña Pasabolo Ayuntamiento Valle de Villaverde
Presidente Peña Pasabolo Ayuntamiento Valle de Villaverde
Moisés Maza Uriarte
Presidente Sociedad Bolística Las Cárcobas
Presidente Sociedad Bolística Las Cárcobas
Manuel Cagigas Villaverde
Presidente Peña Pasabolo Neumáticos Maritina
Presidente Peña Pasabolo Neumáticos Maritina
Ricardo Torre
Presidente Peña Pasabolo La Taberna
Presidente Peña Pasabolo La Taberna
David Gómez González
Presidente Peña Pasabolo Ruahermosa
Presidente Peña Pasabolo Ruahermosa