Ayer sábado 13 de mayo, se enfrentaron Las Cárcobas y Villaverde en un partido que nunca suele dejar indiferente a nadie.
La tarde comenzó con el cielo completamente cubierto y con el equipo visitante en el tiro, consiguiendo una gran jugada de 1620 bolos. Ahora era el momento de los laredanos que, cuando fueron al tiro, comenzó a llover, por lo que tuvieron que detener el juego unos minutos y después reanudarlo en peores condiciones que en lo que su rival lo había hecho.
Con el 0-1 en el marcador, el equipo de Las Cárcobas consiguió una jugada muy pobre de 1331 bolos que fueron superados por Villaverde por apenas 030 bolos.
A continuación, otros dos juegos cayeron en favor de los visitantes, por lo que el partido se empezaba a teñir de color verde.
Pero nada más lejos de la realidad, pues a partir de entonces, y tras la entrada de Michel del Río al partido, el equipo pejino conseguía su primer juego con 1440 bolos.
El siguiente chico volvió a caer de lado de los jugadores del Valle de Villaverde, por lo que el empate era el mejor resultado al que podía optar Las Cárcobas.
Y aunque por difícil que pareciera, los siguientes tres juegos de 1470 - 1570 - 1560 fueron ganados por los locales.
El marcador reflejaba el 4-5, así que el último chico decidiría el reparto de puntos o los dos puntos que prácticamente dejaran la liga sentenciada en favor de Villaverde.
Las Cárcobas comenzaba el juego y lograba 1451 bolos que, para como estaban las condiciones de la bolera, no era un juego pequeño. Pero sería superado sin grandes complicaciones por los visitantes.
Por lo que el conjunto de Villaverde se llevó el partido, que , con el 1-5 parecía ya resuelto, pero Las Cárcobas no dejó de luchar hasta el final.
En conclusión, y como se suele decir: "Remamos para morir en la orilla", ya que no nos llevamos la recompensa que a lo mejor merecimos a pesar de no ser un gran partido por parte de ninguna de las dos peñas.
Crónica: Miguel DR.
