viernes, 26 de noviembre de 2010

FALLECE BALDOMERO ALONSO LAVÍN "MERO"


El lunes 22 falleció Baldomero Alonso Lavín "Mero". Para muchos, los más jóvenes, puede que el nombre del bueno de Mero no sea nadie importante, ni siquiera les suene como parte integrante del mundillo pasabolísitico. Pero los que quieran conocer la pequeña gran historia de nuestro deporte en aquellos primeros, duros y divertidos años 60 y 70, no podrán pasar por alto la figura de este pequeño gran jugador. Yo no soy la persona más indicada para hablar de él, pues no soy alguien cercano al Pasabolo de Ruesga en general, y de Matienzo en particular. Ahí estáis (si es que seguís por ahí...) voces más autorizadas (Ramón...) En todo caso, no quería dejar de rendir este sentido homenaje a uno de los mejores jugadores, pero sobre todo mejores personas que anduvieron por las boleras en aquellos años. En la famosa foto de Ampuero 73 que tenemos pendiente de "identificar" en el próximo número de la revista PASABOLO, Mero aparece a continuación de otro recién desaparecido, el Gran Sendo Lavín, también de Matienzo. Por cierto, un inciso-reflexión: es una pena, pero mientras nosotros estamos enzarzados en riñas fatuas, se nos mueren los referentes históricos del Pasabolo, sin que nadie haga nada para homenajear a estos que consiguieron que nuestro querido juego llegara vivo hasta nosotros... En fin, espero que nuestra humilde historia juzgue a los responsables de este desaguisado administrativo-político-pueril con justicia, y no con nuestro apasionamiento, porque entonces "van listos"...

David DR
 
IN MEMORIAM: BALDOMERO ALONSO LAVÍN, DE MATIENZO

Inesperadamente, pero rodeado del infinito amor de los suyos, al que se hizo acreedor con una vida intensa y ejemplar, nos acaba de dejar Baldomero Alonso Lavín.

Apenas un mes y medio han sido suficientes para cruzar esa sutil raya que separa el ser, del ya no ser; la vida de la muerte. El tiempo, ese reloj con un cocodrilo dentro, nos conduce como la obstinada aguja de una brújula hacia el inevitable final, sin que nadie lo amortigüe ni lo pare. Cuando menos lo esperas, te ves rodeado de batas blancas, respiras con la ayuda de una máquina y careces del menor control sobre tu cuerpo.

Tuvo “Mero” en su Matienzo natal, la niñez y primera juventud marcada por las secuelas de una guerra incruenta que llevó el dolor y la desolación a tantas familias, incluida la suya. El esfuerzo y los sacrificios de una madre modélica lo sacaron adelante, junto a sus hermanos y sus cualidades y valía personal lo elevaron a un puesto de responsabilidad en la 'Ferretería Montañesa', de Santander, donde a lo largo de décadas irradió un buen hacer, cargo de una gran humanidad, lo que le granjeó un incontable número de contactos y amistades que hoy lloran su desaparición.

Toda pérdida humana es dolorosa e irreparable, pero la de personas como Mero, cercanas a la gente y cargadas de un carisma y virtudes especiales, la hacen más dura todavía. Hoy parte hacia su Matienzo Querido, allí le esperan sus boleras en las que tantas horas pasó practicando su deporte autóctono y favorito del pasabolo, hoy, vestidas de luto. Y le esperan, también, un sin fin de amigos, todos esos que quieren dar testimonio del hombre rabiosamente humano, cercano y bueno que fue Baldomero Alonso Lavín.

Descansa en paz amigo.


JESUS AJA

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